Ahora que tengo algo más de tiempo me puedo permitir volver a disfrutar dentro de mi cocina.
Para hacer este tipo de platos tan sencillos sólo se requieren 2 cosas : tiempo y cariño :)
Con la Cuaresma encima comienza la actividad de recetas típicas y como no podía ser menos en Sevilla, el Bacalao con tomate no puede faltar.
Hay que aprovechar ahora que tenemos bacalao fresco, me encanta y hay montones de formas de prepararlo.
Ingredientes para 4 personas:
Un trozo de bacalao fresco de 2 kg
1 lata grande de tomate triturado ( en mi casa el único que se usa es Martinete, de toda la vida )
2 hojas de laurel ( a ser posible frescas )
Harina de freir
Aceite de oliva
Azúcar
Sal
Patatas fritas para acompañar
Elaboración:
Decidle al pescadero que os saque los lomos de bacalao ( con gusto lo hará )
En casa quitad la parte fina y reservadla para otro plato, dejad sólo los lomos y partirlos en 8 trozos grandes.
Sin salar pasadlos por harina y freirlos en aceite de oliva hasta que tomen un poco de color, reservar, que vayan escurriendo el aceite sobrante y el jugo.
Ahora viene lo más fácil pero no lo es si no le pones tiempo y cariño...hacer el tomate frito :)
En una sartén o cazuela poner unos 60 ml de aceite de oliva y el tomate triturado con las dos hojas de laurel trinchadas para que suelten el sabor.
Poner el fuego al máximo, tapar y cuando arranque a hervir bajar el fuego al mínimo imprescindible para que se cocine lentamente.
Esto puede llevar al menos 30 minutos, ir removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera.
Cuando empiece a tomar un punto meloso añadir 3 cucharadas de azúcar y 1 1/2 de sal, remover bien y dejar que siga cocinando lentamente.
*Nota: se puede poner algo menos de azúcar y sal o más, dependiendo de la acidez de la marca del tomate ( siempre empezar por menos cantidad que por más )
Una vez que esté hecho nuestro tomate y el sabor ya no sea ácido añadiremos los lomos de bacalao, removemos para que se integren bien y volvemos a dejar cocer lentamente unos 5 minutos, después dejamos reposar tapado mientras preparamos la guarnición.
Pelamos y freimos nuestras patatas, yo las hago en forma de cubitos en este caso.
Y nada más, servid bien caliente y que no se os olvide una buena barra de pan en la mesa.
P.D.: Si nadie habla en la mesa o sólo se oye humm ahmmm, es buena señal...jajaja
